Lets Get Together

viernes, 30 de julio de 2010

EL dolor de un amor prohibido

Nuevo Fic!

En realidad se trata de un proyecto para Latincassiopeia, por su cumple :3
planeaba dejarlo en oneshot... pero me pidió ke lo serializara, así que este es el primer capitulo, el segundo será más angsty, más lemonoso y más... bueno xD
ok amix... este changminho va para ti!!!

DESDE AHORA AGRADECER A AMIX BELLA PAULINA *PAW YOOCHUN* POR HACERME ESTE GRAN FIC Y SUS PALABRAS GRACIAS AMIX T.K.M :3, AMO ESTE FIC ;3 Y SE QUE USTEDES TAMBN EN CUANTO LO LEAN



Título: El dolor de un amor prohibido
Autora: Paw Yoochun
Género: Romance, angst, lemon y fluff (no todo en este capitulo...)
Extensión: 1/3
Pareja: changminho y posiblemente yoosu & yunjae
Resumen: El amor entre hombres es considerado como un tabú... el amor entre hermanos lo es aún más. (no, no es incesto, no son sanguineos xD)

El dolor de un amor prohibido
(dejo esta img en lo que encuentre otra mejor xD)

Llevaba toda la semana esperando este día, y no porque le emocionara, más bien era una tortura esperarlo. ¿La razón? Su padre había preparado una gran celebración en su honor. “No todos los días tu heredero cumple 20 años”, esas fueron sus palabras y como buen hombre de negocios, el señor Shim se encargaría de que en dicha fiesta estuvieran sólo los empresarios clave, aquellos peces gordos que sin duda facilitarían en camino de Changmin por el vertiginoso mundo de negocios de Corea. Y eso era precisamente lo que le molestaba tanto al joven heredero. Min era bastante inteligente, frio y calculador, pero siendo sinceros, sus planes para una gran fiesta de cumpleaños estaban a años luz de lo que su padre había organizado. Un gran salón repleto de viejos que no hablaban de otra cosa más que negocios. Y ahí estaba Changmin, fingiendo escuchar sus aburridas predicciones para la bolsa de valores, sonriendo ante sus chistes de mal gusto y aguantandose las ganas de salir corriendo a la fiesta que sus amigos ya habían planeado para él en el mejor bar de la ciudad.

La fiesta era una reunión de negocios más para todos los concurrentes. ¿Qué más daba si Changmin se escapaba unas cuantas horas? De seguro nadie lo extrañaría. O al menos eso fue lo que el festejado pensó. Así que sin dudarlo se escabulló por la puerta de servicio del suntuoso salón de fiestas y al salir al jardín trasero se encontró con una gran sorpresa.

El causante de su insomnio durante los ultimos meses estaba justo ante sus ojos. Minho estaba justo ahí, recargado sobre la baranda de marmol, observando las exoticas flores que poblaban las jardineras de aquél lindo paraje. Hacía casi un año el chico se había convertido en su hermano menor. ¿La razón? La madre de Minho se había casado con el Sr. Shim en mayo del año pasado y al inicio a Max esta unión le fue indiferente, pensaba que se trataba de uno más de los caprichos de su padre, después de todo, los romances entre jefe y secretaria no eran algo nuevo. Pero con el tiempo se dio cuenta de que la mujer no sólo era hermosa sino que en verdad amaba a su padre e incluso mostraba un gran interés por Changmin. Estaba al pendiente de el y Minho como si los dos fueran sus hijos, era cariñosa y los trataba de igual forma. Cualquier persona que no los conociera podría jurar que eran una familia común y corriente, de no ser porque la verdadera madre de Changmin había muerto hace ya diez años y en realidad el y su dongsaeng no compartían niguna relación co-sanguínea.

Y ahí estaba, su hermano se encontraba tan abstraido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Max estaba justo a su lado y de no ser porque Changmin le tocó el hombro en un gesto cariñoso, el pequeño habría seguido inmerso en su mundo.

“Hyung...” fue lo unico que pudo articular el chico al sentir la mano calida de Min sobre su hombro “¿...no deberías estar en tu fiesta?” le preguntó con voz timida. No era algo nuevo, desde que se habían conocido el chico había dado señales de ser sumamente reservado y no había mostrado ningún interés en su hyung. A pesar de que los dos habían estudiado en el mismo instituto, su relación no era la más fraternal del mundo. A ojos de Changmin, su hermano menor era bastante introvertido y callado, bromeaba poco y sonreía en contadas ocasiones. Precisamente en una de esas veces en que vio la cara sonriente de su ahora hermano, fue que Max se dio cuenta de que sentía algo más por el. La revolución interna que se desencadenaba en el mayor incluso con el simple hecho de escuchar el nombre de Minho no era para nada algo normal, eso lo tenía claro.

Lo que este ignoraba es que el pequeño Minho era tímido sólo con el, le angustiaba el simple hecho de abrir la boca cuando su hyung estaba presente por el hecho de que temía decir cualquier tontería. No era que no le interesara. Al contrario, le interesaba demasiado y por eso se comportaba como se comportaba. Era bien sabido por todos que Shim Changmin era uno de los mejores candidatos a esposo en Corea, con una inteligencia singular, ojo clínico para los negocios, extremadamente educado, personalidad encantadora, sonrisa derrite-icebergs y además la apariencia de un modelo. Sin duda el pequeño se había quedado helado al saber que serían hermanos y resultó mucho más impactado cuando lo vio en persona. La atracción fue inminente, como si un tren bala viniera hacia el y no pudiera moverse ni un milimetro. Fue tanta su pena al sentirse enamorado de su propio hermano, el perfecto Shim Changmin, que Minho no vio otra ruta que evitarlo. Y esto a Changmin lo hundió hasta el punto en que no podía dormir propiamente desde hace meses, sus notas sobresalientes habían pasadoa ser promedio, sus vivaces ojos se veían opacados por las tremendas ojeras e incluso su insaciable apetito había disminuido haciéndolo verse cada vez más delgado.


Ese chico era lo que robaba sus horas de sueño, y es que, ¿De qué le servía haber sido el hijo perfecto toda la vida, si bastó un segundo para que una simple sonrisa se llevara todo al infierno?. Su gran carrera en el mundo de negocios, sus méritos en la universidad, los planes de su padre para casarlo con un buen partido y hasta sus ganas de dormir. Todo eso se lo había llevado el pequeño con un simple gesto inocente y al mismo tiempo letal. Pero no es que a Changmin le importara mucho, de hecho habría renunciado a todo aquello gustoso si Minho correspondiera sus sentimientos tan sólo un poquito. No pedía mucho, ni siquiera se aventuraba a pensar que lo amara de la misma manera, lo único que quería era ver esa hermosa sonrisa más seguido, hablar como cualquier par de hermanos, salir a divertirse juntos, enterarse de sus inquietudes, conversar sobre tonterías, y abrazarlo de vez en cuando.

“Hyuung?...” la voz de Minho los sacó de sus cavilaciones.

“Em... si, salí a tomar un poco de aire fresco,” Atinó a decir antes de arriesgarse a que su hermanito descubriera sus planes de fuga.

“Sé a lo que te refieres...hyung” el menor sonrió tímido y se sonrojó al saberse completamente solo con quien a sus ojos, era el hombre más perfecto sobre la faz de la tierra.

“De verdad me ves como tu hyung?” preguntó Changmin con tintes de tristeza en su voz, dirigiendo su mirada a aquellas hermosas orbes color chocolate de las que no quería despegarse nunca.

“Claro... por-porqué no habría de hacerlo?” la voz de Minho sonaba temblorosa y con un dejo de temor.

“No lo se, siento que no te caigo bien, digo, tenemos apenas un año de conocernos pero ya es hora de que seamos menos distantes, si no por nosotros, por nuestros padres, sé que a ellos les haría muy felices.” Debió sentirse demasiado atolondrado como para atreverse a decirle eso.

“Emm,si, tienes razón hyung...” dijo minho con tono apenado temeroso de verse estupido, o ser rechazado por el deslumbrante veinteañero que tenía en frente “por cierto... felicidades... “ en un gesto inesperado caminó hacia Min con aire resuelto y lo barazó tímidamente “...hyung”.

Changmin sintió como la sangre le hervía, tenía dos alternativas. Una, corresponder al abrazo como un hermano mayor responsable y agradecer el gesto de manera cortéz pero fraternal para no dar indicios de lo que sentía. Dos, corresponder al abrazo de la forma que le hubiera gustado, deslizar sus manos por la deliciosa espalda del menor aprisionando su cuerpo entre el propio y la baranda de marmol para luego acariciar su mejilla y besarlo como era debido. Ninguna de las dos opciones vino. Changmin acabo siendo presa de los nervios, caminó hacia atrás pisando no se que cosa y tropezó cayendo de espaldas, com Minho aún abrazandolo. Un sonido seco siguió a la poco afortunada caida. El menor, aún más sonrojado sobre un hyung totalmente apenado por su torpeza. Como reflejo El más alto había sujetado la cintura de Minho fuertemente, permitiendose sentir la estrecha circunferencia y el calircito debajo de la ropa de Minho. Tragó saliva de la impresión.


“Hyung... disculpa, oh dios, estas herido? “ de nuevo minho lo sacó de sus pensamientos.

“ esto... no, no estoy herido...” respondió changmin frotandose la nuca y sonriendo.


El pequeño miró la sonrisa de su hyung embobado y al instante trató de incorporarse, pisando la orilla del saco de Changmin, quien estaba a punto de ponerse de pie. Volvieron a caer enredados y esta vez la risa fue inevitable. Max se dio cuenta de que no le era posible mantenerse al margen de sus propios sentimientos, estos minutos con Min-chan lo estaban dejando en un estado deplorable. Tal vez el tiempo lo curaría e incluso le pasó por la mente la idea de aceptar la oferta de su padre para estudiar en el extranjero. Todo menos permanecer más tiempo cerca del pequeño, todo con tal de evitar saltarle encima y hacerle toda clase de cosas innombrables.

Changmin ayudó a ponerse de pie, sintió sus suaves manos sujetarse de el para incorporarse. Minho estaba en las nubes, pero también se sentía muy idiota y talvez eso fue lo que lo orilló a abrazarse de su hyung y esconder su rostro sonrojado entre el pecho del moreno alto que sólo pudo aceptar su abrazo y acaricairle el pelo en un gesto que intentaba esconder sus bajos instintos y sus negras intenciones.

“Minho, que sucede? preguntó Max preocupado. Se sentía como un lobo hambriento con un tierno gatito asustado entre sus garras.

“Hyung...” hiso un apausa acompañada de leves sollozos. ¿Acaso Minho estaba llorando?

“Dime...”

“Hyung... yo...” la misma voz temblorosa. Los puños del menor apretando con fuerza el costoso traje de Changmin y sus insipientes lagrimas mojando la elgante camisa.

“Tu...”

“yo...yo te amo...” fueron las palabras que trató de decifrar debido a que Minho las había dicho en un suspiro, ahogando sus sollozos contra el varonil torso de changmin, apretandose más a el y tratando de esconder lo que acababa de pronunciar.

Changmin lo alejó fuertemente de su pecho, sujetandolo de los hombros talvez con demasiada fuerza, respiró profundamente sin despegar la vista de aquel lindo rostro con tintes de carmín encendido. Labios humedos y entrebaiertos debido a su agitada respiración, y aquellos ojos... brillantes debido a las lagrimas cuyo rastro podía adivinarse en las dulces mejillas del pequeño.

“Minho, no juegues conmigo...” tragó saliva y cerró los ojos alzando el rostro, sintiendose abrumado por todo y por nada. Porque en realidad nada había pasado, quizás no había escuchado bien aquellas palabras, o Minho simplemente lo amaba como un hermano. Un sinnumero de escenarios posibles, cada uno más desalentador que el anterior.


“Hyung...” gruesas lagrimas escurrían por sus ojos, no se atrevía a mirarlo a la cara después de aquella confesión de amor que por lo visto no era correspondido.
Lo que siguió sorprendió de sobremanera a Minho . Los fuertes brazos que sintió rodeandolo fueron como un regreso de golpe a la realidad

2 comentarios:

  1. sin exageraciones? DEMONIOS!!! ya quiero otro cap TT.TT paw!!!!!!!!! no nos dejes asi waaaa T-T que lindooo y que bien explicado esta... yo lo amo y sere fansese de este fic :B

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  2. hahaha loca liz xD ya prontito xD,, sabia que gustaria :B

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Cassiopeias


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